Children of reconciliation will be the parents of peace
"Los hijos de la reconciliación serán los padres de la paz".
Me venía hoy a la cabeza este mural que vi paseando por Belfast Oeste hará 3 años cuando oía por la radio el acuerdo de gobierno entre el Sinn Fein y los unionistas de Ian Paisley. Algo así como que el PP y Otegui pactaran un gobierno en el País Vasco.
Se ha repetido muchas veces que son conflictos distintos y que no se deben comparar las situaciones ya que las causas y hechos son distintos.
Y sí, lo son. El conflicto norirlandés tenía a dos bandos enfrentados matándose unos a otros. La cantidad de muertos, en relación a la población quintuplica a las víctimas de la barbarié etarra. Todavía existen muros y verjas en determinadas zonas de Belfast que se cierran por las noches. El odio y el rencor tienen, en definitiva, mucho mayores motivos para estar enraizados en la sociedad del Ulster.
Y, sin embargo, el diálogo ha acabado por imponerse.
En Irlanda del Norte hay murales que ocupan fachadas enteras ensalzando a milicianos unionistas o del IRA. Hay homenajes a "luchadores caídos" (léase terroristas) en plazas públicas. Ha habido atentados posteriores al fin de la violencia que no han detenido el proceso.
Ha habido, en definitiva, mayores y más desagradables sapos que tragarse que el hecho de, por ejemplo, una reducción de condena de un sanguinario terrorista. Así a bote pronto, uno de los líderes del IRA en la época del Bloody Sunday, Martin McGuiness, ha sido Ministro de Educación del Ulster y uno de los principales negociadores. Y apenas ha pisado la cárcel en su vida.
Tony Blair ha contado siempre con el apoyo de la oposición y considera la firma del acuerdo como la cúspide de su carrera política.
Aquí, no. Que gran verdad que las condiciones son diferentes.
Donde los ingleses han aceptado a antiguos terroristas como interlocutores, aquí se les juzga.
Donde ha habido una banda con clara voluntad de dejar las armas aquí hay otra que si pero no.
Donde un brazo político ha condenado inequívocamente la violencia aquí se hacen equilibrios.
Donde a un gobierno no le ha temblado el pulso a la hora de suspender la autonomía, aquí parece apocarse a cada exigencia.
Donde una oposición ha apoyado sin fisuras al gobierno, aquí se tiran los muertos a la cara.
Que una banda de mafiosos asesinos no esté a la altura de las circunstancias es algo que se puede esperar. Que unos señores que rigen los destinos de un país no lo estén... bueno, conociéndolos también.
Luis
PS: Este blog se toma vacaciones en semana santa. Primero nos vamos al País Vasco a sidrerías y después de road trip por Cantabria y Asturias (aunque entre medio habrá que currar 3 días en Zaragoza)