Sunday, February 25, 2007

Momentos de furia

Cada dos semanas o incluso más a menudo pillo el coche para subir a pasar el fin de semana al Pirineo. Me viene bien desconectar de la tensión de la semana y pasar un par de días por el monte. Sin embargo, el domingo por la tarde toca volver.
Y, antes de que empiece la semana, antes de que acabe el domingo nos toca cargar con los primeros momentos de cabreo: los ocasionados por los descerebrados que pueblan la N-330.

Hoy, el premio Fittipaldi del día se lo llevan compartido dos orangutanes del volante que responden a las matrículas M-3111-YJ y 1271-BKW.
Me cabrean, me ponen de muy mala virgen los conductores que por ahorrar uno o dos minutos de viaje realizan maniobras peligrosas, los que, bajando el puerto del monrepós, se te pegan al parachoques trasero con su furgoneta o su 4*4 (y, en general los que no respetan la distancia de seguridad) y los que apuran el adelantamiento hasta después de la señal de prohibido arriesgando no solo su propia vida sino la de los demás.

Siempre he sido partidario de que cada uno haga lo que quiera con su vida, incluyendo reventarse los sesos en una cuneta. Pero, por favor, a los conductores sensatos dejadnos en paz.

El individuo que conducía el coche con la primera matrícula (un todo-terreno gris) me ha obligado a pegar un frenazo cuando me disponía a adelantar a un camión. Yo he comprobado que no venía nadie, he mirado el retrovisor y nadia marcaba nada ni ponía intención de salir, así que he puesto el intermitente y he salido. A mitad de maniobra he vuelto a mirar el retrovisor y el cafre en cuestión había salido sin avisar de detrás mío y estaba prácticamente a mi altura. Volante a la derecha para meterme detrás del camión y frenazo para no comérmelo.

El segundo (un Jeep Grand Cherokee) me ha adelantando en plena bajada del puerto de Monrepós, en las curvas de después de Arguís y tras haberse pegado toda la bajada pegado al parachoques de mi coche. Para terminar de arreglarlo se ha pegado igualmente al coche de delante mío y lo ha adelantado acabando de bajar, apurando hasta obligar al que venía en dirección contraria a frenar. Con esa sucesión de maniobras, unos 5 kms antes de que comience la autovía en la que se puede adelantar sin peligro, ha conseguido llegar a la salida de Huesca Norte, en la que le he visto meterse a lo lejos, un minuto antes que yo. Sin duda, el premio subnormal al volante de la semana se lo lleva merecidamente.

Me revienta esta gente. Me hace sacar lo peor de mi mismo, y no es la primera vez que me sorprendo a mi mismo esperando encontrarme a uno de esos capullos 5 curvas después de adelantarme estrellado en la cuneta y pensar para mis adentros "Uff, que alivio, un peligro menos para los conductores sensatos".

Luis

3 comments:

Valaingaur said...

Yo conozco alguno (no he sido yo, eh) que ha dado la vuelta con el coche y se ha vuelto a partirle los morros a algun subnormal que le ha hecho una mala jugada con el coche. Nunca he sido partidario de la violencia... pero que alguno se gana dos hostias, es indudable

Luispi said...

No es la solución, no es la solución.
Pero dan ganas, la verdad.
Vaya en el artículo mi pequeña venganza, aunque probablemente los cafres a los que hago referencia nunca lo leerán.

Luis

Evan said...

Awesome blog you have herre