Thursday, January 24, 2008

Sobre la ciencia y la religión

Si me preguntaseis si creo en Dios, no sabría que responder.
No se si existe, si no existe, si hay una explicación racional a todo sin tener en cuenta a ningún Dios o si todo está creado por un ente superior.

Lo que si se es que creer en Dios no es de ingenuos o de débiles. Y que algunas de las, aparentemente racionales teorías de la ciencia también exijen un cierto acto de fé. Un acto de fé, tan grande, que creer en Dios casi se me hace menos descabellado.

Por ejemplo:
-el 99% de todos los objetos que vemos, de todo lo que existe, de nosotros mismos, realmente es vacio. No existe, no es NADA.
-un átomo es tan pequeño que medio millón de átomos es aproximadamente la anchura de un cabello humano.
-sin embargo, la mayor parte del átomo está vacía. Si el átomo fuera del tamaño de una plaza de toros, el nucleo sería tan solo del tamaño de una canica.
-y sin embargo el núcleo, pese a ser tan pequeño, es tan denso que, si tuviera el tamaño de una canica, podría hacer que una bala rebotase contra el.
-si seguimos descendiendo hacia las profundidades del átomo nadie sabe muy bien que hay. Se cree que puede haber cuerdas vibrando en un espacio de 16 dimensiones. Dimensión arriba, dimensión abajo.

Pero, ahora en vez de irnos hacia abajo, nos vamos hacia arriba: a los confines del universo.

-se cree que todo el universo parte de un punto diminuto con densidad infinita. Dicho punto explotó en algún momento hace unos miles de millones de años atrás. Los rayos cósmicos generados en aquella explosión representan aproximadamente el 10% del "efecto nieve" que vemos en el televisor cuando estamos en un canal sin sintonizar.

-la luz de las estrellas que vemos por la noche partió de ellas varios millones de años atrás. Es decir, si hay algún ser vivo enfocándonos con un telescopio gigante desde alguna de ellas, estará viendo Australopitecus, dinosaurios o trilobites según desde donde nos mire. Similarmente, si ha surgido alguna civilización inteligente en los últimos millones de años en algún planeta que gire alrededor de una de las estrellas que vemos por las noches (igual situación que en La Tierra), no lo detectaríamos visualmente hasta dentro de unos millones de años.

-El universo es tan grande que contiene billones de galaxias, cada una de ellas formada por billones de estrellas. El Sol es una de esas estrellas. Su área de influencia es tan grande, que la nave Voyager tardará unos 20.000 años en abandonarla. Sin embargo, dicha nave solo empleó 18 años en viajar desde La Tierra hasta sobrepasar la órbita de Plutón.


Por si fuera poco mareante todo lo que expongo, hay científicos, como Carl Sagan, que imaginan la teoría del universo dentro del universo.
Es decir: imaginemos que en cada orbital eléctrónico del tamaño tan minúsculo como antes hemos reseñado hay un universo entero contenido. Dentro de ese universo que para nosotros es de tamaño invisible incluso con los métodos más avanzados habría galaxias, estrellas y planetas, para cuyos habitantes el tamaño del universo sería tan grande como para nosotros es el universo en que habitamos.

Y el mismo argumento funciona al reves: nuestro universo, tan enorme para nosotros, solo sería un orbital electrónico de un átomo contenido en otro planeta de otro universo de un tamaño que ya no alcanzamos ni a imaginar.

Como si los sucesivos universos fueran muñecas rusas, para que nos entendamos.

Luis

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