Dos propuestas idealistas

Primera: La nueva "mili".

Soy de los que se libraron de la mili. Tuve la suerte de no tener que tirarme varios meses de mi vida aprendiendo cosas como manejar armas. Sin embargo, si que es cierto que, hablando con compañeros mayores que yo en el curro ellos recuerdan con nostalgia ciertos aspectos (el compañerismo, el palo que se llevaban los que no habían salido nunca de las faldas de su madre y lo bien que les venía...).

Así que desde aquí (aunque se que esto no lo lee ni el Tato) propongo una nueva "mili": Al cumplir los 18 años o al terminar la carrera, todos los jovenes españoles deberán pasar un año haciendo labores humanitarias como cooperante en países subdesarrollados.

Se consigue una gran cantidad de mano de obra para ayudar a gente que realmente lo necesita y, por añadidura, quizás aquellos que hiciesen la nueva mili aprendiesen a ponerse en el lugar de quienes no tienen nada, a valorar lo que tenemos como se merece e, incluso quizás podrían educar a sus hijos en un futuro en estos mismos valores.

Supongo que llevar a cabo esta iniciativa requeriría un gran esfuerzo logístico y presupuestario, pero también supongo que si sumamos los presupuestos de los 20 equipos de la primera división de la liga españolala cantidad que obtenemos es inferior a la necesaria para poner esta operación en marcha.

Segunda: la "empatía forzada": Todo aquel alto dirigente, general, comandante o en líneas generales persona con capacidad para asumir iniciativas militares debería de tener uno o varios hijos o familiares destinados en aquel lugar donde se haya decidido emprender dicha iniciativa.

Luis